Profesionales comprometidos con transformar la relación de las familias argentinas con sus finanzas personales
Después de trabajar quince años en bancos tradicionales, decidí enfocarme en lo que realmente importa: ayudar a las personas comunes a entender sus finanzas. Me especialicé en presupuestos familiares porque vi demasiadas familias luchando con deudas que podrían haberse evitado con mejor planificación. Mi enfoque combina técnicas de gestión empresarial adaptadas a la realidad doméstica argentina.
Vengo del mundo de la psicología y descubrí que muchos problemas financieros tienen raíces emocionales profundas. Desarrollé metodologías que combinan aspectos conductuales con estrategias prácticas de ahorro. Creo firmemente que cambiar hábitos financieros requiere entender primero por qué gastamos como gastamos. Mis talleres se enfocan en crear conciencia antes que restricciones.
Mi trabajo consiste en traducir los números macroeconómicos a impacto real en presupuestos familiares. Analizo tendencias de inflación, variaciones salariales y costos de vida para crear herramientas que permitan a las familias anticiparse a los cambios. Me fascina encontrar patrones en datos económicos que puedan convertirse en estrategias concretas de protección del poder adquisitivo.
Creemos que la educación financiera debe ser práctica, accesible y adaptada a la realidad económica argentina. No prometemos fórmulas mágicas, sino herramientas concretas basadas en análisis riguroso y experiencia real.
Compartimos metodologías completas y explicamos el razonamiento detrás de cada recomendación. Querés entender, no solo seguir instrucciones.
Trabajamos con presupuestos reales de familias argentinas. Nada de ejemplos con números perfectos que no reflejan la vida cotidiana.
Ajustamos estrategias según cambios económicos del país. Lo que funcionó el año pasado puede necesitar modificaciones hoy.
Nuestro método se basa en análisis detallado de la situación particular de cada familia, seguido de implementación gradual de cambios sostenibles en el tiempo.
Analizamos ingresos, gastos fijos, variables y patrones de consumo durante un período mínimo de tres meses. Identificamos fugas de dinero que pasan desapercibidas y categorizamos gastos según su impacto real en el presupuesto familiar.
Creamos un plan de ajuste que respeta el estilo de vida familiar mientras optimiza el uso de recursos. Priorizamos cambios que generen mayor impacto con menor resistencia psicológica, asegurando que las modificaciones sean sostenibles a largo plazo.
Acompañamos la puesta en práctica con revisiones mensuales y ajustes según resultados obtenidos. Monitoreamos indicadores clave y adaptamos la estrategia ante cambios económicos del país o modificaciones en la situación familiar.
